La adolescencia es una época de aventura y experimentos. Muchos adolescentes prueban el alcohol o las drogas por lo menos una vez. La mayoría no desarrolla un problema. Sin embargo, no todos los niños y adolescentes escapan tan fácilmente del peligro. En cambio, se encuentran en riesgo de desarrollar problemas graves como consecuencia de sus experimentos juveniles. Estos problemas se denominan trastornos de consumo de sustancias adictivas. Resulta importante saber que el “uso recreativo”, como consumir una sustancia una o dos veces, no constituye un trastorno de consumo de sustancias adictivas. Para calificar como trastorno de consumo de sustancias adictivas, los efectos del alcohol o las drogas deben provocar un impacto grave y negativo en la vida del adolescente. Las investigaciones y encuestas revelaron una gran cantidad de información sobre niños y adolescentes, y sobre el consumo de sustancias adictivas. Existe mucha evidencia de que el abuso de sustancias adictivas deteriora el proceso normal del desarrollo del adolescente. Los adolescentes que consumen abusivamente sustancias adictivas a menudo sufren otros trastornos no tratados, como depresión, trastorno de hiperactividad o déficit de la atención (ADHD) o ansiedad, que incrementan su vulnerabilidad. ¿Qué se puede hacer para evitar estos problemas? Una educación temprana sobre las drogas, una comunicación abierta, modelos de roles positivos y un reconocimiento oportuno constituyen una buena forma de comenzar.
Dependencia de sustancias adictivas: un patrón de consumo reiterado de sustancias que genera tolerancia (necesidad de consumir cantidades cada vez más grandes de la sustancia), abstinencia (reacciones físicas desagradables) y conducta compulsiva de consumo de drogas.
Abuso de sustancias adictivas: un patrón inadaptativo de abuso de sustancias adictivas que genera consecuencias adversas recurrentes y significativas, como incapacidad para cumplir las obligaciones en el trabajo, el hogar o la escuela, consumo en situaciones en las que resulta físicamente peligroso, problemas legales y problemas interpersonales y sociales.
Trastorno inducido por sustancias adictivas: problemas físicos o mentales que derivan únicamente de los efectos químicos de las drogas en el cuerpo. Deben desaparecer antes de transcurrido un mes aproximadamente desde que se interrumpió el consumo de sustancias.
Causa: Cualquier niño o adolescente que tenga acceso al alcohol o las drogas puede desarrollar un trastorno relacionado con el consumo de sustancias adictivas; sin embargo, algunos se encuentran en un riesgo mayor. La vulnerabilidad genética desempeña un rol importante y los trastornos de consumo de sustancias adictivas se transmiten en las familias. Los estudios demuestran que los adolescentes son más propensos a desarrollar trastornos de consumo de sustancias adictivas si sufren depresión, autoestima baja o el sentimiento de que no “encajan” en la sociedad.
Tratamiento: El tipo de tratamiento depende de la gravedad del problema. Por ejemplo, quizás sea necesario un entorno hospitalario para controlar la desintoxicación. Otras intervenciones incluyen un programa para adolescentes de 12 Pasos